viernes, 16 de noviembre de 2007

Gracias

Si alguien ha demostrado que la política en España no consiste en gritar más que el contrario, acusar mejor al contrario, dar el golpe más fuerte en la mesa, ese alguien es Manuel Marín. Ha demostrado que la autoridad no está reñida con la mano izquierda, que el orden no está reñido con la flexibilidad. Gloriosas tardes de congreso fueron aquellas en las que Josep Lluis Carod-Rovira fue replicado con tanto acierto. Fue el único que se atrevió a expulsar a Martínez-Pujalte del hemiciclo por sus reiteradas faltas de respeto. Aunque hablar de Manuel Marín no es solo de la presidencia del congreso en esta legislatura, es hablar de la transición, es hablar de los principios de la democracia española, es hablar de nuestra apertura europea. Es uno de los padres (por no decir el padre) de las becas Erasmus gracias a las cuales miles de españoles han (que envidia no poder decir "hemos") podido estudiar fuera de nuestras fronteras e incluso trabajar posteriormente. Manuel Marín es una parte importante de nuestra historia contemporánea, aunque dada su humildad y calma aún no somos del todo conscientes del autentico peso de este "crack" de la política.
A partir de la próxima legislatura, Marín dedicará su tiempo a luchar contra el cambio climático en el ámbito universitario y a defender la necesidad de construir un modelo de desarrollo económico sostenible y renovable. Yo particularmente le deseo que su nueva andadura le satisfaga tanto como a mi lo ha hecho el saber que aún existe la política del dialogo.

Gracias y suerte.

Oscar Romero de visita por el patio